From the Newsstands: This article appeared in The Eagle’s December 2025 print edition which can be viewed here.
América Latina se enfrenta a una época intensa. En 2025, Chile y Honduras celebrarán elecciones presidenciales que podrían definir el rumbo de estos países. Ya empiezan a perfilarse contiendas para 2026 en Colombia, Perú y Costa Rica.
En estos tiempos de incertidumbre, la desconfianza por la política tradicional y la polarización crecen exponencialmente. Muchos ciudadanos, frustrados por la inseguridad e inestabilidad económica, se sienten atraídos por modelos políticos agresivos que prometen medidas drásticas y resultados rápidos. Las frustraciones se acumulan cuando las instituciones y las políticas públicas le fallan a la población, favoreciendo a unos pocos.
En Chile, la elección presidencial expone un clima político bastante polarizado. Por un lado, Jeannette Jara del bloque centroizquierda incluyendo los partidos Democracia Cristiana y Comunista, y por el otro lado, José Antonio Kast, candidato de la extrema derecha, alternan por el primer lugar en las encuestas con niveles de apoyo entre el 24 por ciento y el 30 por ciento.
Kast se describe como la mano dura contra el crimen organizado y la solución ante la percepción de estancamiento económico de los trabajadores. Sus discursos asocian la migración con la criminalidad. Kast y políticos con ideologías similares avivan sentimientos anti-inmigrantes, difundiendo narrativas que generalizan, marginan y desinforman.
Jara se enfoca en los derechos sociales como la defensa de la clase trabajadora y políticas redistributivas, pero también ha impulsado la idea de una muralla digital con drones para las fronteras chilenas.
Honduras celebró su elección presidencial el 30 de noviembre. Las primarias evidenciaron problemas logísticos y estructurales. El Consejo Nacional Electoral de Honduras ha sido sometido a duras críticas por sus fallas, la falta de transparencia, lo que ha fomentado aún más la desconfianza del electorado.
Las preocupaciones principales de los votantes son la seguridad, la economía, la corrupción y la garantía de elecciones limpias. Estos candidatos han sido criticados por su falta de propuestas concretas para abordar los problemas del país.
Todo esto resalta la importancia de que ciudadanos de países en América Latina participen activamente en sus democracias, exigiendo que los políticos rindan cuentas por sus acciones y no aceptando nada menos. No se puede permitir que discursos baratos o vacíos nos ganen, ni dejarnos vencer por la apatía electoral. Como muchos, anhelo una renovación política para América Latina porque esta región está llena de personas luchadoras que merecen un buen futuro y una gobernanza responsable que garantice su bienestar.
Los estudiantes de AU, especialmente quienes tienen doble nacionalidad o raíces latinoamericanas, pueden consultar con sus consulados para averiguar cómo ejercer su voto desde el extranjero. Amigos y familiares de ciudadanos latinoamericanos deben motivarlos a ejercer su derecho al voto y mantenerse al tanto de los procesos electorales. No basta quejarse desde la distancia, nosotros debemos actuar.
